lunes, 11 de febrero de 2013

Relaciones personales saludables para vendedores


Conocer a potenciales clientes, comunicarse con ellos, y comprender qué necesitan realmente, es prioritario para todo profesional de la venta. A lo largo de nuestra carrera como vendedores conoceremos a cientos o miles de personas, y en muchos casos, sus necesidades reales relativas a diferentes aspectos de sus vidas. Comprenderemos también, por lo general, mucho más de lo que el cliente cree que nos dice, porque comprendemos su lenguaje no verbal.

¿Pero que ocurre en nuestra vida personal? ¿Tratamos de conocer  a nuevas personas? ¿Con qué finalidad? ¿Con qué resultados?

En este caso me interesa la búsqueda de esos seres humanos con los que relacionarse es muy saludable, porque además de ser un proceso agradable, facilita importantes aprendizajes, y nos permite conocer a algunos semejantes admirables.

Hablamos de personas que nos transmiten, con su ejemplo, el significado de palabras como coraje, valor, alegría, esfuerzo, bondad, entrega, compromiso, templanza, fuerza, resistencia, inteligencia, conocimientos, experiencia o habilidad entre otras muchas cosas, y que nos hacen admirarlas y respetarlas. Y que nos hacen querer conocerlas mejor y relacionarnos con ellas.

El proceso de localizar a esos seres humanos puede ser largo y, en ocasiones, difícil pero, para mí, siempre es fascinante. Porque es, por un lado, un proceso de auto descubrimiento, y por otro, de descubrimiento de personas a las que merece la pena conocer y tener en tu círculo personal. Es un proceso en el que, si prestas atención y aprendes, enriqueces enormemente tu propia vida, y puede que contribuyas a enriquecer la de otros. 

A veces, esas personas no son conscientes de lo mucho que aportan sin pretenderlo. Actúan así, de manera natural, espontanea. Y eso aún las hace más inspiradoras. Otras veces te dicen... "mi vida es muy normal, no tiene nada de interesante". Puede ser, pero me parece difícil. Al final, para conocer a otro, precisaremos de mucha comunicación y observación. 

Evidentemente, y como ya decía antes, será un camino largo y, a veces, complejo, lleno de ensayos y errores, incluso tras años de relaciones personales. A cualquiera lo podría desalentar el proceso, pero no a quienes aprendan a llevar con soltura los altibajos.

En este terreno, los vendedores tenemos de nuevo cierta ventaja: Si hay algo que hayamos experimentado a lo largo de nuestra vida como profesionales de la venta, es el rechazo a nuestras propuestas, por lo que hemos tenido que aprender a recomponernos, rápidamente y sin daños, hasta el punto de que las caídas pasan a ser un detalle menor en la vivencia del proceso de venta diario. A veces, hasta irrelevante.

Porque estas son, en mi opinión, dos de las características que más marcan la diferencia entre vendedores: el afrontamiento que hacen de los impactos negativos, y su capacidad de recuperación, rápida y sin daños, desarrollada después de cientos o miles de noes. Pues bien, esa capacidad es totalmente aplicable a cualquier conflicto en la vida, aunque no todos lo hagamos. Sólo es cuestión de reflexionar y descubrir cómo podemos hacerlo. 

Ahora bien, hemos de tener MUY clara una cosa: las personas con las que hablamos, las que comparten cosas con nosotros, nos dan algo: su tiempo, su atención y su experiencia. Nos los están dedicando a nosotros, y son muy valiosos. Lo menos que podemos hacer es estar a la altura: corresponder con escucha, honestidad y respeto, y esforzarnos por mejorar aquello en lo que nos descubramos poco capaces para que, además de mejorar nosotros, la experiencia de conocernos sea igualmente satisfactoria para la otra persona.  

Desarrollar unas relaciones sociales saludables es muy importante para el desarrollo personal de muchos de nosotros, pero en el caso de los vendedores es fundamental, por cuanto se juntan trabajo y desarrollo personal, que además de permitirnos estar bien, generan negocio y pueden acabar, incluso, en historias muy bonitas. 

sábado, 2 de febrero de 2013

Tres detalles básicos para detectar bulos políticos en internet



Un bulo es una información falsa que se divulga, generalmente, con intereses dañinos. Los vemos en enfrentamientos entre empresas, entre grupos de interés y, sobre todo, los vemos en política como arma arrojadiza. También vemos  lo rápido que se mueven por internet.

El iniciador de un bulo político es un ignorante o un sinvergüenza. Puede ser las dos cosas, pero no ninguna de las dos. Porque un bulo es una mentira que se difunde, a sabiendas o no de que lo es. Ahora bien, para cumplir su cometido necesita a otros seres humanos que se crean el bulo y lo difundan: Los transmisores. Estos, en internet, se multiplican exponencialmente.


Y es que, según una encuesta de la Asociación de Internautas, en 2009 el 70% de los internautas españoles no sabían distinguir entre un rumor falso y una noticia veraz en la red, un 10% más que en 2008. Sin embargo, visto lo visto, no me sorprendería que hoy fuera igual o mayor el porcentaje. 

A la mayoría de las personas que nos movemos por las redes sociales nos pueden colar, en un momento u otro, un bulo. Y lo que es peor: Es muy posible que lo movamos y multipliquemos, en tantos casos con buena intención, su efecto pernicioso. 



Ahora bien ¿Cómo detectar un bulo político en internet?

El punto más débil de un bulo es su fuente, su origen. Habitualmente vemos que se menciona un artículo en un diario o, peor aún, en un blog que recogió la noticia de la fuente, o peor aún (esto es lo peor) una frase fuera de contexto. Al igual que sucede en la dinámica de grupos del teléfono roto, conforme van entrando intermediarios en el proceso de la comunicación, la información se desvirtúa, pudiendo llegar hasta el extremo de que el mensaje inicial se torne irreconocible. 


Cuando veas una información escandalosa, ve directo a la fuente documental válida: Si se menciona una entrevista, busca la original - a ser posible en vídeo -; si es un artículo, encuéntralo. Si no aparece... Lo mismo es que es falsa. Recuerda: Las fuentes válidas no se encuentran en un blog de tercera, sino en publicaciones serias, fiables y de calidad. Y deben de estar respaldadas por pruebas, por evidencias, y no por opiniones y convicciones. 

Recuerda: El que inicia un bulo, o no sabe, o no quiere saber. Y espera que tú te comportes como un imbécil (o al menos tan ignorante como es él, si no se trata de un sinvergüenza), que recibas su información y, sin tamizarla lo más mínimo, porque igual hasta crees que te viene bien - por ejemplo, los ataques a los "enemigos" políticos comunes -, empieces a menearla como si no hubiera un mañana, que es lo que hacen ese 70% de crédulos: Alimentar los rumores hasta plantar la semilla de la falsedad y que esta enganche. 



Recuerda: La mayoría de los bulos son anónimos, no citan fuentes, o las citan distorsionando lo que estas dicen, porque su autor espera que no te esfuerces nada en comprobar que miente, y mucho menos en demostrarlo

El segundo punto débil es su fecha de publicación. Los bulos, por lo general, no la tienen, o la ponen vagamente ("hace unos meses", por ejemplo), estando además redactados de la manera más atemporal posible, para que pervivan el máximo tiempo circulando por la red. 

El tercer punto débil del bulo es el contenido. Este es más difícil, porque precisa de más entrenamiento para detectarlo, sobre todo cuando el que lo crea es un timador fino, un profesional de la manipulación informativa: Necesitas una experiencia, un tiempo y  un esfuerzo, que el generador de bulos considera que no vas a tener o dedicar para comprender que lo que te vende es basura. Basura que a veces él mismo se cree. 

Porque al final, y lo sabe, la mayoría del los lectores se van a quedar sólo con el MENSAJE GANCHO, ese mensaje que te llama la atención y que está en el titular o en ese cartelito tan llamativo como insolvente que les ha llegado por Facebook o Twitter. Y como mucho con la descripción básica del asunto. Y no se van a enterar de que, en muchos casos, el titular tiene tan poco que ver con la realidad, que ni siquiera el propio contenido de las informaciones en las que se basa lo respaldan. Pero recuerda: Para el que crea el bulo no eres más que otro imbécil, o como es él, o como espera que seas. 

Recuerda: Lo más importante del mensaje gancho es lo morboso y/o escandaloso que sea: Cuanto más, mejor: Más atención captará y más se compartirá.

Algunos bulos, sobre todo los más cutres, te animan a actuar difundiendo la información. Porque esa es la finalidad del bulo, en este caso político: Replicarse de manera viral, mientras haya lelos que se contagien y que no investiguen, pero en los más sutiles no sucede así: Ya parten del hecho de que lo vas a compartir, probablemente de buena fe.

¿Qué hacer al detectar un bulo político en internet? Denunciarlo. ¿Como? Haciendo públicas sus falsedades, siempre basándonos en ARGUMENTOS SÓLIDOS. Y aprovechando para darle en el morro con ellas al transmisor, dejando en evidencia que, o lo han engañado, o nos quiere engañar, y facilitándole artículos como este para que no se la vuelvan a meter doblada.