lunes, 14 de octubre de 2013

Cómo mejorar la rentabilidad de su negocio mediante los seguros médicos privados (II): Reducción indirecta de los costes laborales e incremento de la productividad.



1. Reducir costes con seguros médicos privados.

En el artículo anterior vimos cómo reducir costes laborales, de modo directo, mediante la contratación de seguros médicos privados por parte de las empresas para sus empleados. En este, revisaremos cómo estos seguros pueden ayudarnos a reducirlos de manera indirecta.

            1.2. Reducción indirecta de los costes laborales.


Conforme al Baremo de la Sanidad Privada 2013, la mayoría de los usuarios de la sanidad privada considera que la principal ventaja de esta es la rapidez en atención primaria, especialistas, pruebas diagnósticas y cirugía. 

La espera para el acceso a especialistas, a la realización de pruebas diagnósticas o a la cirugía ha aumentado de manera notableSegún el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a finales de 2012 se confirmaba que de diciembre de 2010 a diciembre de 2012, las listas de espera para operarse aumentaron un 153,84%. Esto es, se pasaba de una media de 65 a 100 días. 



Parecido incremento se produce en el acceso a especialistas y pruebas diagnósticas. 


Conforme a las noticias que se van sucediendo (El MundoEl País), los tiempos de espera, en todas las áreas sanitarias, continúan en una tendencia al alza, salvo excepciones. 

Espera, en materia de salud, significa incremento de la duración de las bajas, y esto, en la empresa, son costes extras. Reducir los tiempos de asistencia conlleva reducir la duración de las bajas por incapacidad temporal, y en consecuencia los costes derivados de estas.

Estos costes se materializan, fundamentalmente, en tres vías:

1) Coste de las horas de trabajo perdidas por bajas y consultas médicas, intermitentes o no, y de sus sustituciones, de las posibles compensaciones establecidas en convenio y de las posibles sustituciones. 

2) Coste derivado de la ausencia de personas más o menos clave en la empresa, cuyas decisiones o falta de las mismas tiene consecuencias económicas importantes. Hablamos, especialmente, de directivos, mandos intermedios y técnicos especialistas.

3) La reducción de esos tiempos de espera, tanto en el caso de los propios empleados como en el de sus familiares directos (que pueden ser incluidos en estos seguros contratados por las empresas), implica una reducción de su grado de estrés, derivado de la incertidumbre y del sufrimiento del familiar afectado. Ese estrés tiene un coste variable, puede materializarse en costes de no calidad (como las malas decisiones empresariales) o en enfermedades y bajas. En ambos casos, aunque muy difícil de cuantificar, este factor tiene una repercusión en los resultados de la empresa.   

La contratación de seguros médicos privados por las empresas para sus empleados, es una forma económica, como hemos leído en este artículo y ya revisamos en el artículo anterior, de reducir tanto los costes laborales como los de no calidad. 

domingo, 11 de agosto de 2013

Cómo mejorar la rentabilidad de su negocio mediante los seguros médicos privados (I): Introducción y reducción directa de los costes laborales

Además de las evidentes ventajas que tiene para los empleados por cuenta ajena y autónomos, y que trataré más adelante, los seguros médicos privados se pueden utilizar de dos formas para mejorar los resultados de la empresa:

  • Reduciendo costes.
1)    Reducción directa del coste laboral.
2)    Reducción indirecta del coste laboral por descenso de la duración media de las bajas debidas a incapacidad temporal.

  • Incrementando la productividad.
1)    Descenso de demoras debidas a la asistencia médica: tiempos de espera para atención primaria, especialistas y cirugía.
2)    Reducción de factores de insatisfacción.

A lo largo de los próximos artículos sabremos más sobre cómo puede influir positivamente la contratación de seguros médicos privados en el balance de la empresa.

1. Reducir costes con seguros médicos privados

            1.1. Reducción directa de costes laborales.

                        1.1.1. Trabajadores por cuenta ajena.

     Los seguros médicos pagados por la empresa, tal y como establece el artículo 23 del Reglamento General de Cotización, y el artículo 42.2 de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, no se integran en la base de cotización y, en consecuencia, no cotizan a la Seguridad Social hasta 500,00 € por persona (empleado, hijos y cónyuge) y año. Además, es un gasto deducible en el Impuesto de Sociedades. Esto significa tres cosas:

            1) Que hasta 500 € están exentos de cotización, lo que supone un ahorro de entre 185,75€ y 226,00€ por persona y año. Todo lo que supere esta cantidad, cotizará y tributará de manera normal.

            Supongamos dos casos, uno de un empleado de oficina, con contrato indefinido a tiempo completo (1) y otro, vigilante con contrato temporal a tiempo parcial (2). Conforme a los vigentes tipos de cotización y de AT/EP:

TIPO DE COTIZACIÓN
(1)
(2)
CONTINGENCIAS COMUNES
23,60%
23,60%
DESEMPLEO
5,50%
7,70%
AT/EP
0,90%
6,70%
FOGASA
0,20%
0,20%
FORMACIÓN PROFESIONAL
0,60%
0,60%

TOTAL
30,80%
38,80%

DIFERENCIA
  154,00 €
  194,00 €

             2) Que al ser por persona y año, y al poder incluir a los descendientes y al cónyuge del empleado, el ahorro puede ser mayor. Esto significa que ese ahorro es por CADA UNO. Así, si han incluido, por ejemplo, a su cónyuge y a dos descendientes, no se incluirá en la base de cotización el importe por 4 personas x 500€=2000€.

            Conforme a los datos del caso anterior, el ahorro de la empresa podría oscilar entre 743,00€ y 904,00€.

            3) Que podrán deducirse los importes pagados por la empresa del Impuesto de Sociedades.

                         1.1.2. Trabajadores por cuenta propia.


     Conforme al artículo 30 de la ley 42/2006, "tendrán la consideración de gasto deducible para la determinación del rendimiento neto en estimación directa, las primas de seguro de enfermedad satisfechas por el contribuyente en la parte correspondiente a su propia cobertura y a la de su cónyuge e hijos menores de veinticinco años que convivan con él. El límite máximo de deducción será de 500 euros por cada una de las personas señaladas anteriormente."

Próximo artículo: Reducción indirecta del coste laboral por descenso de la duración media de las bajas debidas a incapacidad temporal.

viernes, 12 de abril de 2013

In memoriam: José Couso


José Couso era el cámara de Telecinco que fue alcanzado y muerto por un proyectil en el Hotel Palestina de Bagdad, el 8 de abril de 2003, junto con el cámara de Reuters Taras Protsyuk.

Samia Najul, Saleh Jebar y Paul Pasquale resultaron heridos.

No había RPGs, ni Kalashnikovs, ni francotiradores, ni nada de eso,  aquel día en aquel balcón del Hotel Palestina. Como no los hubo antes ni después. Sólo habían periodistas. Y lo sabían.

Su muerte fue consecuencia de la orden de atacar el Hotel Palestina por aquel M1A1 Abrahams, dirigido por un tipo que posiblemente tenía conciencia de jugador de un puto juego de Play Station, y que quedará impune, como el que le dio la orden. Como no puede ser de otra manera. Diplomacia, poder y esas cosas.

Hace cuatro días se cumplían 10 años de su muerte. No soy bueno para los santorales. La verdad, me importan un huevo:  hay días en los que, simplemente, me acuerdo de él, como de otros. Cada cual tenemos nuestras causas personales. Y hoy, para mi, es uno de esos días, y una de esas causas.



domingo, 7 de abril de 2013

El río, el ser, el cambio y los fuegos artificiales

Hotel Victoria
Anoche salí a ver la quema de la sardina, el fin de las Fiestas de Primavera de Murcia. Junto a la orilla del río asistía a los preparativos, con retraso, entre decenas de semejantes. Centrado en mi respiración y en percibir las sensaciones de mi cuerpo, observé caras de alegría, unas pocas, pero muchas de paro y desesperación, de mala leche contenida. Ni un sólo niño, todos ya crecidos. Era la zona de los jodidos. A la izquierda, el edificio del Hotel Victoria, precioso bajo las luces. Detrás, el Puente de los Peligros.

Decidí cruzar la pasarela que hay camino del Malecón. Demasiada humanidad para tan poco tiempo. Al pasar sobre el oscilante puente, el río, crecido por las lluvias recientes, me retuvo un rato: ver pasar el agua se enlazó con mis pensamientos. Como cada vez que me paro a contemplarlo, su visión me evoca el transcurso de los días, el cómo la vida, simplemente, pasa camino del olvido. Una rápida sucesión de recuerdos hizo aflorar aún más la emoción. Viejas heridas que súbitamente vuelven a doler, sensaciones de triunfo y derrota, de estar bien y mal, un sabor agridulce... facturas del pasado, casi todas ellas pagadas. La sardina seguía sin arder.
Pasarela sobre el rio

Siguiendo un recorrido circular, me dirigí a los Molinos del Río. A sólo unas decenas de metros de donde estaba al principio, la mayoría de las expresiones que veía eran de relajación, con la pareja, los críos o los amigos. Mucha hipoteca pero sueldo estable. Poca tristeza en el ambiente. 

Atravesé Canalejas en dirección a los Molinos. En la oscuridad de la noche, por la calleja que lleva al puente, sintiendo mi vida en su plenitud, teniendo plena conciencia de mi mismo y del espacio tiempo que ocupaba, como tantas otras veces, sentí la profunda sensación de estar bien. De estar feliz en el momento y lugar presentes.

Llegué frente al Palacio Episcopal. Otra vez el río. Pero desde otra perspectiva: no fueron viejos dolores los que me vinieron a la memoria. Esta vez sólo sentí la tranquilidad que da la aceptación serena del imparable cambio, y de mi toma de posición ante él. 

Canalejas
Al ritmo de mi respiración, dirigí mis pasos a Gran Vía, de nuevo al Hotel Victoria, pero esta vez por la Glorieta de España. En la plaza, una pequeña multitud de estudiantes y familias con críos y algunos yayos, aguardaba a la quema de la sardina. Decidí que era el momento de buscar un buen sitio. Que fue justo enfrente del catafalco y de la fachada del Hotel. Y de pronto, las tracas iniciaron el fuego. El entierro finalizaba.

Entre llamas e himnos del terruño, los fuegos artificiales que acompañaban la quema ascendieron al cielo. Breves, intensos, ruidosos, luminosos, de múltiples colores y trayectorias, como vidas que se inician, viven y acaban, entrecruzándose entre sí ... y así, sentimientos y emoción subieron finalmente a la superficie en medio de una sensación de intensa alegría. De felicidad. 

Al consumirse la hoguera, caí en la cuenta del tiempo que había durado el recorrido. Una hora y media, para un trayecto que se hace en veinte minutos escasos. Y con la sensación de que sólo habían pasado diez. Diez intensos minutos en los que tantas cosas se habían removido en mi interior. 

Era hora de retornar al cubil a reflexionar sobre las siguientes decisiones a tomar. 


sábado, 6 de abril de 2013

Acción, la clave para obtener resultados

"Bajo el sable blandido esta el infierno,
si das un paso, el paraíso."

Miyamoto Musashi

Furi Kabute
¿Has decidido lo que quieres hacer? Actúa. No hay más. Si tienes claro lo que has de hacer, hazlo, y hazlo ya. No dejes pasar la oportunidad. No retrases lo inevitable, ni evites lo que sabes que tienes que hacer.

Una vez que lo tienes claro, ya no hay más que pensar. Es como cuando en iaido alzas el sable y adoptas la posición de Furi Kabute: toda tu vida, tu energía, tu pasado, presente y futuro están comprometidos en el descenso del sable, en el último y definitivo corte, Kiri Tsuke, aquí y ahora, sin dilación ni excusas. Un golpe, una vida. Es el momento de la última verdad, y no hay lugar para la duda.

Furi Kabute no es el momento en el que estás dispuesto a quitar la vida a nadie, sino a abandonar la tuya. Es el momento de máximo desapego, de total entrega a lo que estás haciendo.

Kiri Tsuke
La duda, en este momento, acarrea la muerte, la derrota, el fracaso, la caída. La oportunidad perdida que no ha de regresar. La futura sensación de culpa por no haber estado a la altura de lo que tu mismo esperabas de ti.

Sea en el trabajo, en combate, en el amor o en cualquier otra área de la vida, no dejes espacio al miedo, a la duda, en el momento de la acción definitiva. Simplemente actúa, sin considerar más opciones.

¿Te has comprometido con tu decisión? No cabe más que llevarla a cabo. Actúa con la fuerza que sólo da la total entrega de la mente y del cuerpo en el momento final.

Podrás fallar, podrás caerte, podrás sufrir y podrás perder... pero nunca podrás decirte a ti mismo que te fallaste en el momento crucial.

¿Tienes claro lo que debes hacer? Hazlo ya.



Más sobre furi kabute y kiri tsuke: http://mushiniaidogranada.blogspot.com.es/2012/09/furi-kabute-y-kiri-tsuke.html


miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Qué hacer cuando no vendes?


¿Llega el final del mes y no has alcanzado tus objetivos? ¿El miedo al fracaso, al despido o a la vergüenza comienzan a apoderarse de ti? ¿¿¿Qué hago??? La primera respuesta, la más habitual, es emprender una actividad frenética, como un pollo sin cabeza. Y como tal acabarás: desesperado, harto de darte leñazos, cansado, quemado y con un puñado de oportunidades perdidas.

Respira, mantén la calma, céntrate.

Eres un vendedor profesional, no un cualquiera: estás hecho de un material distinto, forjado y templado a base de triunfos y derrotas, de alegrías y tristezas, de aguantar lo que otros no aguantan, de pelear por tu vida donde los demás se mean encima. No eres un trabajador convencional, así que calma.

Veamos ese primer miedo, el de perder el trabajo. Piensa una cosa: si mañana te echan... ¿cuanto tardarás en encontrar otro trabajo? Perteneces a la élite de los que no tienen por qué temer al despido, porque vives de tus habilidades de venta. Porque no hay otra profesión que tenga ofertas de trabajo en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento del año. Porque no hay otra actividad aparte de la venta en la que, hasta que no sucede, no hay negocio.

¿Tienes miedo al fracaso? No te cuentes películas estúpidas a tí mismo, respétate: el fracaso sucede cuando caes pero no te levantas, cuando fallas pero no aprendes. Y si has llegado hasta llamarte a ti mismo vendedor, es porque estás harto de fallar, de caer y de levantarte. Estás acostumbrado a demostrarte a tí mismo que sí puedes.

¿Temes la vergüenza? Te entiendo, pero es otro miedo estúpido: simplemente crécete y supera ese límite. No tienes de qué avergonzarte, simplemente has de seguir avanzando. Todos fallamos, y muchos lo superamos sin trauma alguno.

Así las cosas, mantén la calma y piensa, ¿qué harías si no tuvieras prisa ni miedo?

Detectar las causas del fallo, corregirlas y actuar. 

¿Por qué no has conseguido tus objetivos? Bueno, realmente las causas son pocas: O no has dedicado suficiente esfuerzo (insuficientes visitas) o estás fallando en alguno de los puntos del proceso de venta (prospección, presentación o cierre). Averigua cual o cuales son las causas reales, cambia lo que no funciona... y actúa.

Sin prisa, pero sin pausa. Ya sabes lo que pasa en las ventas con las prisas: que el prospecto se acojona, porque no te ve a ti, sino a un tiburón con corbata y piensa... peligro, soy su comida. Y ambos sabemos que ese es un camino fantástico para no vender: que te vean "cara de póliza".

Recuerda: vender es servir, es ayudar a otros a tomar decisiones que son  buenas para ellos. Enfócalo así, comienza a pensar en ayudar a otros, en lugar de a ayudarte a ti mismo. Piensa en quién es y qué quiere tu cliente normal, qué puedes ofrecerle que de verdad le sea útil.

¿Por qué no haces suficientes visitas? ¿Tienes otras ocupaciones? ¿Estás enfermo? ¿O eres presa de la procrastinación? ¿Qué esperas para concertar más visitas? ¡Comienza!

Replantéate cómo estás prospectando: ¿te estás dirigiendo al público adecuado? ¿estas concertando buenas visitas, calificadas, o estás yendo a cualquier sitio en el que no te digan que no directamente?

¿Cómo estás presentando? ¿Qué has dejado de hacer que antes funcionaba? ¿Qué tal tu presentación de un minuto? ¿Llegas a las emociones del prospecto, lo animas a comprar, o lo estás reventando de desesperación? ¿Estás más interesado en satisfacer al cliente o en satisfacerte a ti mismo? Revisa esa presentación, rehazla si es preciso, practícala y ponla en práctica.

¿Y el cierre? ¿Cómo lo orientas? ¿Has vuelto a salir corriendo en cuanto te dicen "no me interesa"? ¿Hemos regresado al pasado? ¿Otra vez en la tierna infancia de las ventas? Recuerda: no vas a vender antes del cuarto o quinto intento de cierre, así que ya sabes: replantéate qué cierres estás utilizando y cómo los insertas en el proceso de venta.

Por último, la actitud. ¿Cómo sales a vender? No irás hecho un espantajo depresivo, ¿verdad? Si es así, si te sientes flojo de moral, deprimido, triste, asustado o acomplejado, no vas a vender ni una tuerca. Búscate ya algún tipo de material que te levante el ánimo, que te ayude a motivarte: si no dispones de ningún método de trabajo mental, tira del abundantísimo material de autoayuda, música, o lo que te de la gana, y sal a la calle a comerte el mundo, no a que este te coma a ti.

Eres un vendedor, siéntete orgulloso.

Y ahora, a la calle, a trabajar. Buenas ventas.

martes, 12 de marzo de 2013

Cuatro puntos fundamentales para saber si un candidato es o no un prospecto cualificado


¿Cuántas veces has descubierto, al final de una entrevista de venta, que la persona con la que has estado hablando no puede comprar lo que vendes? ¿Cuántas veces te han dicho un sincero no me interesan esa clase de productos, no tengo dinero o no soy yo quien decide?

¿Te has preguntado cómo has podido perder así el tiempo? ¿Sabes qué ha pasado? 

Pues ha pasado que has ido a venderle a quien no debías, porque no has sabido detectarlo a tiempo. O lo que es lo mismo, has fallado en el primer paso del proceso de ventas: la prospección.

Prospectar es buscar e identificar clientes cualificados (prospectos), que son aquellos que tienen interés en nuestro producto y pueden adquirirlo. Prospectar bien es utilizar mejor nuestros recursos como vendedores, y ganar más dinero.

En mi opinión, por lo general la prospección es la actividad de venta que más tiempo necesita. Pero compensa el esfuerzo, porque es mucho más eficiente y rentable ir a cinco visitas de prospectos, que a veinte visitas de prospectos mal o nada cualificados (candidatos, sin más) - No es raro tener una venta del 50% o más en visitas a los primeros, ni un 15% o menos con los segundos -. Para entender esto solo hemos de pensar cuanto tiempo y dinero necesitaremos para hacer esas visitas. Y cuanto venderemos en unas y en otras.

Pero además, prospectar es tan importante porque, si la hacemos continuamente, nos provee de un flujo constante de negocio. Por ello, es recomendable dedicar hasta un 25% de nuestro tiempo en esta actividad para optimizar nuestro esfuerzo. Esto significa que, en una jornada de 8 horas, habremos de dedicar unas 2 horas sólo a prospectar.

Los cuatro puntos fundamentales para saber si un candidato es o no un prospecto cualificado son:
  1. Necesidad o deseo. Está interesado de manera más o menos clara. Si no es claramente reconocible, tendremos que hacer preguntas para detectar su interés.  
  2. Capacidad de compra. Puede pagarlo. Los que no pueden, es bueno hacerles un seguimiento: puede suceder que hoy no puedan comprar, pero dentro de un tiempo sí.
  3. Capacidad de decisión. No depende de nadie para tomar la decisión de compra.
  4. Elegibilidad para comprar. No es posible. No le puedes vender un seguro de salud a una persona con determinadas preexistencias graves, porque la compañía no lo va a aceptar.
Para saber si un candidato es un prospecto cualificado, dependiendo de lo que vendamos, tendremos que preparar las preguntas que les haremos para determinar, en conversación telefónica, online o en persona, si están interesados en lo que vendemos, y si pueden adquirirlo. 

Así, si la cualificación es correcta, nuestra visita será mucho más efectiva, ya que tendremos muchas probabilidades de cerrar con él la venta con éxito. Y además no habremos perdido tiempo ni dinero, ni se lo habremos hecho perder a nuestro posible cliente. 

lunes, 11 de febrero de 2013

Relaciones personales saludables para vendedores


Conocer a potenciales clientes, comunicarse con ellos, y comprender qué necesitan realmente, es prioritario para todo profesional de la venta. A lo largo de nuestra carrera como vendedores conoceremos a cientos o miles de personas, y en muchos casos, sus necesidades reales relativas a diferentes aspectos de sus vidas. Comprenderemos también, por lo general, mucho más de lo que el cliente cree que nos dice, porque comprendemos su lenguaje no verbal.

¿Pero que ocurre en nuestra vida personal? ¿Tratamos de conocer  a nuevas personas? ¿Con qué finalidad? ¿Con qué resultados?

En este caso me interesa la búsqueda de esos seres humanos con los que relacionarse es muy saludable, porque además de ser un proceso agradable, facilita importantes aprendizajes, y nos permite conocer a algunos semejantes admirables.

Hablamos de personas que nos transmiten, con su ejemplo, el significado de palabras como coraje, valor, alegría, esfuerzo, bondad, entrega, compromiso, templanza, fuerza, resistencia, inteligencia, conocimientos, experiencia o habilidad entre otras muchas cosas, y que nos hacen admirarlas y respetarlas. Y que nos hacen querer conocerlas mejor y relacionarnos con ellas.

El proceso de localizar a esos seres humanos puede ser largo y, en ocasiones, difícil pero, para mí, siempre es fascinante. Porque es, por un lado, un proceso de auto descubrimiento, y por otro, de descubrimiento de personas a las que merece la pena conocer y tener en tu círculo personal. Es un proceso en el que, si prestas atención y aprendes, enriqueces enormemente tu propia vida, y puede que contribuyas a enriquecer la de otros. 

A veces, esas personas no son conscientes de lo mucho que aportan sin pretenderlo. Actúan así, de manera natural, espontanea. Y eso aún las hace más inspiradoras. Otras veces te dicen... "mi vida es muy normal, no tiene nada de interesante". Puede ser, pero me parece difícil. Al final, para conocer a otro, precisaremos de mucha comunicación y observación. 

Evidentemente, y como ya decía antes, será un camino largo y, a veces, complejo, lleno de ensayos y errores, incluso tras años de relaciones personales. A cualquiera lo podría desalentar el proceso, pero no a quienes aprendan a llevar con soltura los altibajos.

En este terreno, los vendedores tenemos de nuevo cierta ventaja: Si hay algo que hayamos experimentado a lo largo de nuestra vida como profesionales de la venta, es el rechazo a nuestras propuestas, por lo que hemos tenido que aprender a recomponernos, rápidamente y sin daños, hasta el punto de que las caídas pasan a ser un detalle menor en la vivencia del proceso de venta diario. A veces, hasta irrelevante.

Porque estas son, en mi opinión, dos de las características que más marcan la diferencia entre vendedores: el afrontamiento que hacen de los impactos negativos, y su capacidad de recuperación, rápida y sin daños, desarrollada después de cientos o miles de noes. Pues bien, esa capacidad es totalmente aplicable a cualquier conflicto en la vida, aunque no todos lo hagamos. Sólo es cuestión de reflexionar y descubrir cómo podemos hacerlo. 

Ahora bien, hemos de tener MUY clara una cosa: las personas con las que hablamos, las que comparten cosas con nosotros, nos dan algo: su tiempo, su atención y su experiencia. Nos los están dedicando a nosotros, y son muy valiosos. Lo menos que podemos hacer es estar a la altura: corresponder con escucha, honestidad y respeto, y esforzarnos por mejorar aquello en lo que nos descubramos poco capaces para que, además de mejorar nosotros, la experiencia de conocernos sea igualmente satisfactoria para la otra persona.  

Desarrollar unas relaciones sociales saludables es muy importante para el desarrollo personal de muchos de nosotros, pero en el caso de los vendedores es fundamental, por cuanto se juntan trabajo y desarrollo personal, que además de permitirnos estar bien, generan negocio y pueden acabar, incluso, en historias muy bonitas. 

sábado, 2 de febrero de 2013

Tres detalles básicos para detectar bulos políticos en internet



Un bulo es una información falsa que se divulga, generalmente, con intereses dañinos. Los vemos en enfrentamientos entre empresas, entre grupos de interés y, sobre todo, los vemos en política como arma arrojadiza. También vemos  lo rápido que se mueven por internet.

El iniciador de un bulo político es un ignorante o un sinvergüenza. Puede ser las dos cosas, pero no ninguna de las dos. Porque un bulo es una mentira que se difunde, a sabiendas o no de que lo es. Ahora bien, para cumplir su cometido necesita a otros seres humanos que se crean el bulo y lo difundan: Los transmisores. Estos, en internet, se multiplican exponencialmente.


Y es que, según una encuesta de la Asociación de Internautas, en 2009 el 70% de los internautas españoles no sabían distinguir entre un rumor falso y una noticia veraz en la red, un 10% más que en 2008. Sin embargo, visto lo visto, no me sorprendería que hoy fuera igual o mayor el porcentaje. 

A la mayoría de las personas que nos movemos por las redes sociales nos pueden colar, en un momento u otro, un bulo. Y lo que es peor: Es muy posible que lo movamos y multipliquemos, en tantos casos con buena intención, su efecto pernicioso. 



Ahora bien ¿Cómo detectar un bulo político en internet?

El punto más débil de un bulo es su fuente, su origen. Habitualmente vemos que se menciona un artículo en un diario o, peor aún, en un blog que recogió la noticia de la fuente, o peor aún (esto es lo peor) una frase fuera de contexto. Al igual que sucede en la dinámica de grupos del teléfono roto, conforme van entrando intermediarios en el proceso de la comunicación, la información se desvirtúa, pudiendo llegar hasta el extremo de que el mensaje inicial se torne irreconocible. 


Cuando veas una información escandalosa, ve directo a la fuente documental válida: Si se menciona una entrevista, busca la original - a ser posible en vídeo -; si es un artículo, encuéntralo. Si no aparece... Lo mismo es que es falsa. Recuerda: Las fuentes válidas no se encuentran en un blog de tercera, sino en publicaciones serias, fiables y de calidad. Y deben de estar respaldadas por pruebas, por evidencias, y no por opiniones y convicciones. 

Recuerda: El que inicia un bulo, o no sabe, o no quiere saber. Y espera que tú te comportes como un imbécil (o al menos tan ignorante como es él, si no se trata de un sinvergüenza), que recibas su información y, sin tamizarla lo más mínimo, porque igual hasta crees que te viene bien - por ejemplo, los ataques a los "enemigos" políticos comunes -, empieces a menearla como si no hubiera un mañana, que es lo que hacen ese 70% de crédulos: Alimentar los rumores hasta plantar la semilla de la falsedad y que esta enganche. 



Recuerda: La mayoría de los bulos son anónimos, no citan fuentes, o las citan distorsionando lo que estas dicen, porque su autor espera que no te esfuerces nada en comprobar que miente, y mucho menos en demostrarlo

El segundo punto débil es su fecha de publicación. Los bulos, por lo general, no la tienen, o la ponen vagamente ("hace unos meses", por ejemplo), estando además redactados de la manera más atemporal posible, para que pervivan el máximo tiempo circulando por la red. 

El tercer punto débil del bulo es el contenido. Este es más difícil, porque precisa de más entrenamiento para detectarlo, sobre todo cuando el que lo crea es un timador fino, un profesional de la manipulación informativa: Necesitas una experiencia, un tiempo y  un esfuerzo, que el generador de bulos considera que no vas a tener o dedicar para comprender que lo que te vende es basura. Basura que a veces él mismo se cree. 

Porque al final, y lo sabe, la mayoría del los lectores se van a quedar sólo con el MENSAJE GANCHO, ese mensaje que te llama la atención y que está en el titular o en ese cartelito tan llamativo como insolvente que les ha llegado por Facebook o Twitter. Y como mucho con la descripción básica del asunto. Y no se van a enterar de que, en muchos casos, el titular tiene tan poco que ver con la realidad, que ni siquiera el propio contenido de las informaciones en las que se basa lo respaldan. Pero recuerda: Para el que crea el bulo no eres más que otro imbécil, o como es él, o como espera que seas. 

Recuerda: Lo más importante del mensaje gancho es lo morboso y/o escandaloso que sea: Cuanto más, mejor: Más atención captará y más se compartirá.

Algunos bulos, sobre todo los más cutres, te animan a actuar difundiendo la información. Porque esa es la finalidad del bulo, en este caso político: Replicarse de manera viral, mientras haya lelos que se contagien y que no investiguen, pero en los más sutiles no sucede así: Ya parten del hecho de que lo vas a compartir, probablemente de buena fe.

¿Qué hacer al detectar un bulo político en internet? Denunciarlo. ¿Como? Haciendo públicas sus falsedades, siempre basándonos en ARGUMENTOS SÓLIDOS. Y aprovechando para darle en el morro con ellas al transmisor, dejando en evidencia que, o lo han engañado, o nos quiere engañar, y facilitándole artículos como este para que no se la vuelvan a meter doblada.